¿Qué es la progesterona y cuáles son sus beneficios?

Su producción natural se desarrolla a partir del primer ciclo menstrual en la mujer. Sus múltiples beneficios favorecen zonas como la vagina, en el cuello uterino, la glándula mamaria, riñón y en la piel. Se trata de la progesterona, la hormona sexual femenina que también se encarga de preparar el útero para una nueva concepción.

En este artículo se destacará su seguridad y efectividad en diferentes tratamientos como el reemplazo hormonal, la manera en que influye en el proceso menstrual, así como la importancia que tiene en el sistema óseo y nervioso central.

Agente neurotransmisor

La progesterona es una hormona que también cumple la función de ser antiinflamatorio y resulta ser un eficaz neurotransmisor con efectos relajantes, capaz de reducir los niveles de ansiedad, intolerancia, angustia y estrés, gracias a que activa su sistema gabaérgico del cerebro.

Es importante destacar que las mujeres producen niveles de progesterona tanto en la placenta, ovarios y en sus glándulas suprarrenales. Por su parte, los hombres las producen en sus glándulas suprarrenales.

Por esta razón, el sistema nervioso central en ambos casos, también logra producir las células gliales del cerebro con el objetivo de proteger ante la presencia de alguna demencia como el Alzheimer en las lesiones medulares. Este proceso consiste en convertir un metabolito a través de una enzima distribuida en el cerebro.

Este metabolito es el responsable de activar el receptor del neurotransmisor llamado GABA o ácido gamma-amino butírico.  Si se presenta niveles bajo de esta hormona, se refleja en el sistema nervioso central. Hay pacientes que suelen acudir a especialistas con el fin de iniciar tratamientos neurológicos y psiquiátricos.    

Beneficios de la progesterona

Algunos de los beneficios que más destaca esta hormona sexual son:

  • Desarrolla el buen metabolismo: estos altos niveles estimulan la energía y el apetito.
  • Estimula el crecimiento capilar y la suavidad de la piel previniendo el acné, gracias a la reducción de las hormonas masculinas andrógenas.
  • Promueve el revestimiento uterino gracias a los altos niveles de progesterona presentes en la ovulación. Los niveles bajos evitan la implantación del óvulo lo que complica el proceso de concepción al tener muy corta la fase lútea.
  • Crea huesos fuertes: esta hormona permite la construcción de un nuevo hueso al promover la función de los osteoblastos.
  • Previene el cáncer uterino y de mama al contrarrestar el efecto negativo del estrógeno.
  • Reduce la retención de líquidos: cuenta con el poder de regular los niveles de agua y sodio con el fin de ofrecer el balance necesario entre la progesterona y el estrógeno.
  • Evita movimientos extraños del útero y hemorragias.

Hormona del embarazo

Esta hormona forma parte del grupo de progestágenos producidos por los ovarios y la placenta para activar el proceso de embarazo. Asimismo, es la responsable de desarrollar el carácter sexual femenino.

En el proceso de ovulación, los ovarios la producen, con el fin de segregar las proteínas especiales que nutren el nuevo embrión.

Las mujeres inician esta producción durante la fase de la pubertad tras aparecer la ovulación en el primer ciclo menstrual, con el objetivo de fortalecer el endometrio para lograr con éxito la implantación del embrión garantizándolo durante todo el proceso de gestación.

Algunos cambios que puede causar el aumento de niveles de la progesterona en las mujeres embarazadas son:

  • Promueve el crecimiento del útero y reduce su contractilidad durante el período de gestación.
  • Eleva el tamaño de los senos con el fin de preparar el organismo para iniciar el proceso de lactancia materna, activando las glándulas mamarias hasta el momento del alumbramiento.
  • Previene posibles abortos: de hecho, en el caso de mujeres que no produzcan suficientes cantidades de esta hormona, deben recibir tratamiento médico para evitar la pérdida del feto.

Estos progestágenos fortalecen las funciones de la placenta, al evitar células extrañas que rodean el útero. Además incrementan el tejido mamario y conservan la densidad del endometrio.

Reemplazo natural

Son muchos los signos que pueden indicar que existe ausencia de progestágenos, como depresión, cansancio, ansiedad, bajo deseo sexual, caída de cabello, problemas para concebir, infecciones vaginales muy frecuentes y abortos espontáneos durante las primeras cinco semanas.

El equilibrio hormonal con niveles correctos se puede lograr con ejercicio y un peso saludable. El objetivo es reducir el riesgo de enfermedades como el cáncer uterino o hiperplasia suprarrenal.

Sin embargo, la ciencia ha avanzado sus métodos y cada día se suman las mujeres que someten al reemplazo hormona natural, una técnica compuesta por hormonas bio-idénticas a las hormonas producidas por el organismo.

Es importante destacar que este reemplazo se debe hacer bajo estricta supervisión médica. Si no es administrado de manera adecuada por ser contraproducente para salud. Por lo general es reemplazada en casos de menopausia. Otros de los beneficios de la generación natural son:

  • Reduce los niveles de insulina en la sangre.
  • Elimina el síndrome premenstrual y sus dolores, el asma, la sensibilidad en los senos, migrañas, la osteoporosis y los sofocos.
  • Funciona como agente antidepresivo.
  • Previene las enfermedades fibroquísticas, fibromas, diabetes, obesidad y el alzheimer.
  • Contribuye a la quema de grasa y a fortalecer el corazón.
  • Regenera la libido.

Menor riesgo de aborto

El metaanálisis “Evidencias en indicaciones de la progesterona”, publicado en el año 2017 por Ginecología y Obstetricia de México, reveló la eficacia de la hormona en la reducción de la tasa de abortos en mujeres con antecedente de aborto.

La investigación, conformada por 15 estudios que incluyeron 2.118 mujeres, también indicó que la vía de administración no se relaciona con alguna diferencia en estos casos cuando son espontáneos.

Alimentación saludable

Una alimentación saludable resulta clave a la hora de producir progestágenos de forma natural. Consumir comidas con alto valor en vitamina B6 como nueces, cereales integrales, hígado y legumbres. Así como aquellos que aportan el zinc como las carnes blancas y semillas de calabaza. Y lo que contienen omega 3 como el pescado, algas marinas y marisco.

Los antioxidantes también juegan un papel importante en una alimentación saludable, con platos que incluyan nutrientes que proporcionan las frutas, hortalizas y verduras.

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